Cuántos de nosotros hemos soñado con volar al espacio, subirnos a un cohete espacial o pisar otro planeta. Les apuesto que por lo menos nos gustaría flotar en una cabina donde no hubiera gravedad y sentir que estamos en la luna.

Hace unos días, tuve la oportunidad de regresar después de 17 años al Centro Espacial Kennedy (NASA) en la ciudad de Cabo Cañaveral, Florida, U.S.A.

Es increíble el poder apreciar todos los adelantos tecnológicos aeroespaciales que se han vivido en el transcurso de los últimos 50 años.  Cómo los proyectos y sueños de las personas se pueden alcanzar y trascender con el paso del tiempo.

El primer punto del recorrido que visitamos fue el poder ver las bases de lanzamiento espacial y el poder imaginarte que desde ese puntito han volado al espacio varios cohetes y transbordadores, así como satélites que están rondando el universo y que nos han permitido contar con telefonía, internet, fibras ópticas, etc. teniendo una vida mas cómoda para el ser humano.

Una de las salas de exhibición mas sorprendentes, fue la de «Apolo» que fue un programa espacial tripulado elaborado para la exploración de la luna durante la década de 1960 en el marco de la carrera espacial  con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Hubo en total 22 Misiones Apolo y 19 de ellas fueron un éxito, 2 un éxito parcial y 1 un fracaso. Una de las Misiones mas importantes que crearon historia fue el Apolo 11 en Julio de 1969, comandada por Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins con el primer viaje a la luna.

Otra de las salas sumamente impresionantes es la de «Atlantis» donde se describe ser un transbordador (shuttle) operativo  en ser construido tras la destrucción de los transbordadores Challenger y Columbia (donde hubo pérdidas humanas – hay un espacio de homenaje para ellos).  Este estuvo en funcionamiento durante 30 años, las 5 naves de la flota volaron 135 misiones al espacio donde su principal misión fue llevar suministros a la estación espacial internacional, también es recordado por la misión STS-125 en la que repararon el telescopio espacial Hubble.  Con el último vuelo en el 2011 se cierra la era de los Transbordadores Espaciales, dejando a la NASA dependiente de las naves rusas Soyuz, para lanzamientos espaciales de un futuro inmediato.

Fue interesante conocer como viven los astronautas en el espacio, la forma en que se preparan y conocer  su forma de vida en el espacio.Otra experiencia muy especial, fue el haber subido a un simulador de vuelo y sentir la sensación que estás despegando al infinito y mas allá…

Interesante el visitar también la sala dedicada a Marte, donde se describen los proyectos que se tienen para el año 2020, para buscar vida en dicho planeta. Hasta el momento los expertos de la NASA, han localizado muestras de hidrógeno, carbono, fósforo, azufre y nitrógeno, elementos necesarios para la vida como conocemos en la tierra. Esto lo ha encontrado por medio de su robot Curiosity. En su búsqueda por concretar una misión tripulada al planeta rojo para 2030, la NASA confía que en 2020 podrá ser capaz de crear oxígeno artificial, donde el recorrido para la tripulación será de 8 meses.

¿Acaso lo podrán ver nuestros ojos? Pues hasta no ver, no creer… mientras todos hay que permitirnos andar en la luna y disfrutar de nuestra vida al máximo como unos verdaderos Astronautas.