La Sangre llama

En la vida se presentan momentos, que no son casualidades. Instantes mágicos e inexplicables, que llegan aún en ocasiones sin buscarlos en ese preciso momento.

El año pasado tuve la oportunidad de ir a Salt Lake City, Utah de paseo vacacional y visitar a familia que reside en esa ciudad. Uno de los puntos que visitamos fue la «Biblioteca de Geneología» de la religión Mormona. La cual es una base de datos y enlaces de todo el mundo para buscar a tus antepasados. Y pues yo creo que todos tenemos curiosidad de saber quienes fueron nuestros ancestros y de donde vienen nuestras raíces. Y desde esa fecha me puse a buscar información, hice mi árbol genealógico registrando el nombre de mis papás, abuelos, bisabuelos, etc.. Pasaron los meses, alimentaba la base de datos, buscaba y buscaba datos. Sin encontrar mucho.

Y cual va siendo la sorpresa que el domingo pasado, recibo una notificación de actualización de datos a mi correo electrónico, al abrirlo veo fotografías de los miembros de la familia de mis tatarabuelos y sus hijos incluyendo mi bisabuelo de lado materno. Fotografías que jamás habíamos visto. Me emociono tanto, empiezo a buscar, leo actas de nacimientos, defunciones, matrimonio de algunos miembros de mi familia. Y yo en shock, no daba crédito como estaba encontrando tanta y tanta información. Y les informé a mis familiares por whatsapp de mi hallazgo.

En eso pienso que cada foto pudiera formar parte de una fotografía entera, es decir como si fuera una foto familiar. Mi primo (vive en Utah) al compartir con él la información, ve que podemos enviar un mensaje a la persona que subió las fotos. Nos podemos contactar al día siguiente y resulta que sí somos familia. Ya que la persona que compartió la información (ahora mi super prima, a quien ese mismo día hablé por teléfono con ella con un sentimiento y familiaridad como si siempre nos hubiéramos conocido) viene de la rama de la hermana de mi bisabuelo. Nos envía la foto  completa (tomada a finales de 1800). Yo me puse mas en shock, no daba crédito del como había conseguido esa maravilla y gracias a los avances de la tecnología.

La comparto en redes sociales, etiquetando a toda mi familia. Pero la mayor bendición fue cuando esa fotografía llegó en manos de mi Abuelita (tiene 90 años). No daba crédito, me dijo que para ella era un sueño, siempre pensaba como serían sus abuelos (ya que fallecieron antes de que ella naciera), ver a su papá y a sus tíos en una foto que jamás había visto. El encontrar parecido con cada integrante actual de nuestra familia.  Realmente fue una bendición. El poderla hacer feliz, verla tan motivada, contenta, llena de vida y verlo a través de sus ojos como un milagro. Un acto de amor por parte de Dios para ella y nosotros sus descendientes.

No cabe duda que no hay casualidades, la sangre llama. No sabemos con que fin. Pero para mí poder vivir ésta experiencia fue algo sumamente maravilloso, sublime y muy emocionante. El poder analizar e imaginar que estaba pensando cada persona plasmada en la imagen, que sentimientos tendrían, ¿Acaso se imaginarían en ese momento toda la descendencia que dejarían y   pensar que vivimos ya la 6ta. generación después de tomar esa fotografía. Wow esto simplemente es maravilloso. Y mayor bendición porque abrimos un canal de relación y comunicación con familiares que ni siquiera sabíamos que existían.

Gracias Nana Chava por siempre motivarme a investigar sobre tus antepasados Ingleses, gracias Hayde y Walter por mostrarnos la labor en éste sentido que hace su religión y estar al pendiente de no desistir la investigación. Gracias Thira porque sin ti éste eslabón de la vida, jamás lo hubiéramos encontrado. Tito por el detalle de hacer feliz a mi Nana al llevarle la imagen.

No hay casualidades… simplemente la sangre llama.

 
Fam. Robinson Zayas
 
Fam. Robinson Zayas Arriba: Guillermo Jr. / Juan / Loreto / Alfredo / Ramón (mi bisabuelo)
Abajo: Loreto y Guillermo (Mi Tatarabuelos) / Thomas / Roberto

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